Primarias abiertas vs. partidos cerrados: Abrir las puertas aunque cedan los muros

Ayer el diputado de IU Alberto Garzón criticaba el concepto de “primarias abiertas”. Su artículo recibió una acogida bastante crítica, a la que él reaccionó explicando que no estaba en contra de las primarias, sino del carácter abierto de las mismas. Dado que tanto EQUO como el Partido Verde Europeo utilizan este modelo, creo que procede meter baza. Según lo interpreto, habría dos críticas principales: que las primarias se conviertan en un concurso de popularidad (y pueda ganarlas alguien patrocinado), y que el carácter ideológico del partido se disuelva al abrirlas a la ciudadanía. Mi modelo de participación política es radicalmente abierto, y desde ahí explicaré por qué creo que estas críticas no tienen suficiente base.

¿Son las primarias un concurso de popularidad? Creo que esta crítica es legítima y que en Equo hemos tenido esa sensación en ocasiones, sobre todo al principio cuando nos votábamos sin apenas conocernos. Desde nuestras primeras primarias (¡hace ya más de 2 años!) hasta las actuales nos hemos ido conociendo mejor, al menos quienes compartimos el día a día. La cuestión de la popularidad permanece abierta para quienes se presentan sin ser afiliadas, o no tienen visibilidad a nivel federal. Tenemos una cultura de querer conocer y preguntar mucho, pero con 70 candidatos cierto efecto “popularidad” es inevitable. Garzón dice que esta popularidad podría verse influenciada por algún organismo externo que financiase a una determinada candidatura, y presenta esta posibilidad como un argumento en contra de las primarias abiertas. Pero obvia que unas primarias cerradas también podrían tener un candidatos del partido apoyados por financiación externa. Con lo cual la crítica sería aplicable a todas las primarias y no sólo a las abiertas.

Por otra parte está la “desideologización” del partido. La crítica va así: supongamos un partido “muy ecologista”. Si sus primarias se hicieran cerradas, quien salga sería también “muy ecologista”. Sin embargo en primarias abiertas la gente que votase no estaría tan ideologizada como quienes forman el partido, y quien salga seguramente sería “poco ecologista”, o yendo al extremo, “anti-ecologista”. Para evitar esta situación, entiendo que Garzón defiende que se cierren. Es más, si la gente va a elegir abiertamente al candidato de un partido, ¿para qué nos sirve ese partido?

Ilustraré mi posición con una historia personal: me presenté a mis primeras elecciones en el 99 con Los Verdes en Avilés. No era afiliado, y aunque me fui interesando progresivamente por el partido y las ideas, durante mucho timpo no quise serlo. Participé, debatí, voté, incluso contribuí económicamente igual que el resto de afiliados porque me parecía justo, pero no quería afiliarme. No me gustaba ese concepto clásico del militante. Me fue posible participar como los demás porque mis compañeros de aquella en Asturias “abrieron” el partido para mi, y con los años acabé aceptando que era un afiliado más. De ahí surge mi visión de un partido abierto: de una gran confianza en la gente, invitándola a participar y dejando que progresivamente las cosas vayan cuajando (si tienen que cuajar).

Por eso me sentí tan identificado con las explicaciones de Antoni Guitiérrez-Rubí (Otro modelo de partido es posible) Cuando habla de que un partido moderno se agrupa en torno a “causas” y no a “casas” (ahora una frase de éxito dentro de EQUO), se está refiriendo precisamente a esto. Lo que nos une no es que estemos dentro del recinto cerrado de un partido, sino que compartimos ideales y luchas. Dice Gutiérrez-Rubí: “abrir las puertas, aunque cedan los muros“. Si los partidos dejan de tener sentido porque son abiertos a la gente… por mi bien. Que dejen de tenerlo. Inauguremos una nueva era de participación política superando el concepto de partido.

Mi ideal es una organización sociopolítica porosa. Porosa: donde la gente pueda entrar y salir con confianza sin que les pidan el carnet, donde cada cual adapte su nivel de participación y vinculación a lo que considere oportuno. Este año tengo tiempo y ganas: me presento a las #primariasEQUO. Tengo un buen sueldo: aumento mi contribución. El año que viene no: limito mi participación en tiempo y dinero. ¿A que no suena tan revolucionario visto así? Si tengo tiempo pero no tengo dinero: organizamos un Banco de Tiempo para que mi tiempo sea mi cuota. Sociopolítica: porque tiene que ser política para estar en las instituciones, donde se corta el bacalao, y a la vez social para estar junto a las organizaciones, en la calle, y en la red. Ser ecologista se practica en todos los ámbitos.

Alberto Garzón teme que una organización abierta pierda su contenido ideológico. Puedo decir alto y claro basado en el ejemplo de EQUO, que ser abierto ha servido para aumentar su contenido ideológico. A EQUO hemos llegado atraidos por las ideas generales, no por su definición precisa. Y una vez aquí hemos aprendido un montón. Con cada proceso nos hemos ido cargando ideológicamente para salir (todas) a defenderlo fuera. Aprendemos todos los días sobre ecología política. Tenemos mejor base y discurso, individualmente, que cuando entramos. Si no hubiese sido una organización abierta no hubiésemos venido. Creo que el error que comete Garzón en su análisis es pensar que la gente no adapta sus ideas, que la ideología que se tiene es estática. Al menos con la ecología política eso no es así. Un partido abierto motiva también la creación de grupos de pensamiento, de discusión, que profundizan y actualizan las ideas.

Un partido ecologista no será necesariamente menos ecologista por ser abierto. Puede que incluso sea al contrario, porque no todos los ecologistas forman parte de él. En este aspecto, el error en la crítica creo que está en pensar que quienes forman el partido serían los más ideologizados. No creo que sea así. Creo que, tal y como están los partidos ahora, quienes permanecen en ellos son quienes mejor se han adaptado a sus (muchas veces perversos) mecanismos internos, y no necesariamente quienes mejor representan unas determinadas ideas. Si tenemos un partido abierto les damos la oportunidad de volver a participar a quienes dejaron la estructura por aburrimiento, inoperancia, o falta de radicalidad.

Un partido abierto no se convierte necesariamente en un “catch-all” (o atrapalotodo). Como ciudadano, tu tiempo y esfuerzos son limitados, y no vas a emplearlos en participar en todos los partidos políticos por el hecho de que te ofrezcan esa posibilidad. Limitarás tu participación al que más te guste, o al que quieras trollear, pero no a todos. Necesitarás por tanto partidos lo suficientemente diferentes para ver con cual te identificas más. Lo que yo veo ahí es un gran espacio para partidos ideológicos, que precisamente en esta economía de la atención necesitan diferenciarse.

Por último añado de mi cosecha: ¿bajaría la afiliación en un partido abierto? Creo que no, aunque sí que cambiaría el modelo de captación. En un partido cerrado, o te afilias y estás dentro de los muros, o estás fuera. En un partido abierto puedes situarte donde te apetezca. Pero el concepto del embudo de conversión, sobre el que escribí en otra ocasión, predice que quien hoy nos ponga un “like“, el mes que viene es probable que venga a una reunión, y que al cabo de un tiempo se integre en un grupo de trabajo, y eventualmente, si le apetece, se acabe por afiliar. Ser abiertos nos hace crecer.

En conclusión: creo que una organización abierta puede aumentar su afiliación y mejorar sus posicionamientos ideológicos, y EQUO es un ejemplo. Que un partido poroso tiene más vitalidad ideológica interna, y que puede diferenciarse sin tener que ser un atrapalotodo. Creo que seguirá habiendo que compensar el problema del “test de popularidad” en las primarias, tanto abiertas como cerradas. Creo que, si bien hay que seguir puliendo los procesos, los problemas sobre las primarias abiertas que preocupan al diputado Alberto Garzón son resolubles.

Mientras tanto, en EQUO lo hacemos: primarias abiertas para la lista de las europeas, y primarias abiertas para elegir a los candidatos verdes para la Comisión Europea (hasta el 28 de enero).

14 comentarios en “Primarias abiertas vs. partidos cerrados: Abrir las puertas aunque cedan los muros

  1. Pingback: Primarias abiertas vs. partidos cerrados: Abrir las puertas aunque cedan los muros

  2. Pedro

    Buenos días,

    Estoy bastante de acuerdo con el texto, más que con el de Alberto Garzón, pero quiero hacer algún comentario adicional.

    Para empezar que conste que creo que el artículo de Alberto Garzón está creado exprofeso para defender a su partido ante lo que sucede a su alrededor (primarias en EQUO, UPyD y PSOE) y, sobre todo, lo que sucede dentro o en sus proximidades (la plataforma de Iglesias y las posiciones de En Común y Izquierda Abierta). Garzón, con su popularidad, ha querido echarle un capote a la dirección de IU.
    Pero su texto es contradictorio. Hay un momento que habla del miedo de los liberales al pueblo (el cual era cierto), para acto seguido oponerse a las primarias porque tiene miedo que el poder mediático dominado por los medios acabe condicionando los candidatos.
    ¿Qué diferencia hay entre el miedo de los liberales al sufragio universal y el mandato imperativo al miedo de fuerzas políticas como IU a las primarias abiertas? Al final es lo mismo: El pueblo es tonto o manipulable y por tanto hay que limitarle la participación. Es lo mismo, elitismo y sensación de que se tiene la razón ante una masa irracional.

    Sin embargo sí hay un argumento de Garzón que tiene bastante más sentido, que es cuando dice que los partidos no deben ser un vehículo de los ciudadanos sino un medio para convencerlos de una política determinada.
    Hace unas semanas escribí sobre el sistema de democracia online de EQUO aquí: http://larepublicaheterodoxa.blogspot.com.es/2013/11/compromis-equo-y-la-democracia-online.html Y expresé alguna duda parecida a la de Alberto, es decir, hasta que punto un partido puede ser totalmente permeable a lo que le pida la sociedad, vaciándose y conviertiéndose en un vehículo. Especulé mucho en qué campos esto tenía sentido y en cuales no, podéis verlo en el texto.

    Sin embargo creo que Alberto Garzón tampoco tiene razón en este punto y voy a dar el contrapunto. Los politólogos siempre dicen que las primarias producen, dentro de los partidos, que los candidatos que se seleccionan sean más radicales que los que eligiría la cúpula. Las primarias, aseguran, radicaliza al partido y hace que tenga candidatos menos votables para el ciudadano en general.
    En cambio cuando hablamos de primarias abiertas a la ciudadanía tememos lo contrario, tememos que el no-afiliado acabe escogiendo a un candidato menos ideológico y más “simpático” o votable. Al final, si asumimos que ambas teorías son correctas, es bastante probable que se anulen ambas y que no acabe pasando ninguno de los temores.

    Pero quizá lo mejor es ver ejemplos. Hemos visto mecanismo de primarias abiertas en el Partido Socialista francés y pregunto ¿ha salido algún candidato radical? No. El extremadamente moderado Hollande ganó sobre otros candidatos más “populares” para la masa izquierdista, como Aubry o mi preferido Arnaud Mountebourg. Y ahora preguntémonos ¿esto fue causa de las primarias abiertas? Pues no tengo los datos pero probablemente no, probablemente en porcentaje de votos a Hollande de los afiliados también fue mayoritario.
    Yo creo que los casos de primarias abiertas de los partidos que las han hecho han demostrado que ese miedo de que hordas de derechistas entren a votar en partidos izquierdistas para elegir el peor candidato no son reales. Eso no ha pasado en proporción significativa ni pasará. La gente que se apunta a las primaria abiertas de un partido no lo hace para fastidiar o votar al peor, eso solo está en las imaginaciones calenturientas de los enemigos del cambio y de los miedosos.

    Yo creo que todo es discutible teóricamente, pero en cuanto vemos la realidad del país las dudas se disipan. Este país está basculando hacia la antipolítica fuertemente y lo está haciendo porque ve, y con razón, que los partidos políticos les han fallado y que son estructuras burocratizadas buscando su propio beneficio y el de sus afiliados.
    En este contexto las primarias abiertas son una posibilidad estupenda para que los ciudadanos se reconcilien con los partidos, para que puedan ver que su opinión importa y no sólo cada 4 años, para que noten que son parte de la política. Yo creo que hay que estudiar muy bien los mecanismos de primarias abiertas y de democracia online para no generar efectos peligrosos, pero en este momento no tengo ninguna duda sobre el beneficio de organizaciones abiertas para este país.

    Saludos,

    Responder
    1. Rafa Font

      Gracias Pedro por el comentario.

      Como apuntas, hay que ver la realidad para valorar, y ahora estamos en discusiones un tanto teóricas. Pero creo que la clave está en la “relevancia” de esos movimientos. Mira Baldoví y Congreso Transparente: quienes votaron lo hicieron mayoritariamente por una opción, y eso que era abierta a la sociedad entera. ¿Qué significa eso? Que a quien no le interese Baldoví y Compromis-Equo, no se va a molestar en ir a tocar las narices. En mi experiencia abrir la participación siempre ha resultado en eso: viene quien está interesado y muy poca gente trollea. Pero claro, cuando uno trollea, surgen muchos miedos.

      Responder
  3. Rafael Méndez

    Muy de acuerdo con todo lo que dices. Leí el artículo de Garzón bastante deprisa, pero no pude dejar de percibir el rancio aroma de la teoría del partido-vanguardia: el partido educa y orienta a las masas, por lo que es un contrasentido que las masas puedan elegir a sus educadores. No es solo que sea viejuno, es que es completamente erróneo.

    Responder
    1. Rafa Font

      No niego que el partido pueda hacer una labor pedagógica, tipo “think tank”. Pero sí que creo que hay que tener un poquito más de humildad y no creer que todo el que sabe ya está en el partido. Muchos de los que saben están fuera porque no quieren saber nada de partidos, y esa gente podría participar en un proceso abierto.

      Responder
  4. Paco

    Y se sabe qué postura piensa tomar EQUO respecto a integrarse (o no) en el proyecto lanzado por pablo Iglesias y colaborar (o NO HACERLO) en la articulación de un frente político plural capaz de plantarle cara al régimen neoliberal?

    Y lo mismo IU, Anova, Compromís, CHA, Izquierda Castellana, etc… la pelota está en el tejado de los partidos (porque el clamor popular sí está con Podemos), quien se autoexcluya va a tener que dar muchas explicaciones y excusas para justificar su falta de RESPONSABILIDAD HISTÓRICA. No necesitamos “hacernos oír” ni “influir en las políticas de PSOE”, necesitamos una fuerza capaz de GANAR para cambiarlo TODO.

    Responder
    1. Rafa Font

      Gracias por el comentario, Paco. Equo no tiene aún una posición oficial al respecto, así que te contestaré con mi opinión personal.

      Empezaré por el final: una fuerza capaz de GANAR para cambiarlo TODO. Bien, las elecciones a las que nos enfrentamos son las europeas. ¿Vamos a GANARLAS? Porque si hablamos realmente de ganar, digamos que ganarlas significa tener una mayoría de 375 eurodiputados. ¿Qué propuesta hace Podemos para obtener esa mayoría? En comparación, EQUO forma parte del 4º grupo en el Parlamento Europeo, Los Verdes, con 55 eurodiputados, y un europarlamentario de EQUO estaría contribuyendo más a ese GANAR en el Parlamento que todos los que obtenga Podemos.

      Y es que son elecciones europeas, que es algo que se le olvida al manifiesto de Podemos. Incluso hay una referencia a derogar un artículo de la Constitución Española. En mi caso, me paso bastante tiempo explicando cuales son los ámbitos a los que hay que llevar las peleas: a veces es el europeo, a veces es el estatal, en función de las competencias. Me molesta mucho que los grandes partidos aprovechen las elecciones europeas para hablar de temas estatales. Y ahora, tengo a Podemos hablando de temas estatales aprovechando las europeas, y dando a entender que hay temas que se solucionan allí, cuando no es verdad. Eso es un engaño a la gente.

      Por último, la única referencia que hace el manifiesto de Podemos a un cambio de modelo productivo es el punto 7 sobre una transformación ecológica de la economía. Ya he oido comentarios sobre que Podemos estaría a favor de crear empleo a cualquier costa, aunque sea a costa de continuar un consumo desaforado de recursos. Tengo muchas dudas sobre la realidad del pensamiento de reforma ecológica de esta candidatura.

      Dicho esto, defiendo que Equo y Podemos hablen. Pero creo que antes de eso Podemos debe todavía hacer su tarea, una reforma de su discurso en cuanto a expectativas reales en el Parlamento Europeo, adaptarlo a Europa, y demostrar que de verdad cree en un cambio del modelo productivo.

      Responder
  5. AK

    Dejad de decid cosas así, porque en IU también ha ido a veces gente en nuestras listas sin ser de la organización. Pero al igual que ha hecho esta persona, ha participado. Lo que nosotros criticamos es poner a alguien que no conocemos de nada.

    También EQUO es lo que es: una organización que son 4 y un tambor. No es que en IU seamos tropecientos mil, pero tenemos más gente y nuestros contextos diferentes marcan diferentes pautas.

    Un saludo.

    Responder
    1. Rafa Font

      Hola AK, gracias por comentar.

      No estoy seguro de si estamos hablando de lo mismo. Estamos hablando de que quien pueda participar en la elección de los candidatos sea toda la ciudadanía (primarias abiertas) o sean sólo los afiliados de un partido (primarias cerradas). EQUO se decanta por la primera opción, IU de momento ni siquiera ha confirmado que hará primarias, por lo que será el aparato del partido quien elija. Esto tiene poco que ver con si el candidato elegido será más o menos conocido por la gente que forma la organización.

      De todas formas, si IU quiere seguir un modelo de partido cerrado, yo no tengo ningún problema. La gente demanda una política más abierta, así que mejor para EQUO 😉

      Responder
  6. AK

    Así que como militante de IU, no comparto las cosas como las dice quién escribe este blog, puesto que creo que hay casos que demuestran lo contrario.

    Un saludo.

    Responder
  7. AK

    P.D. (2): Lo que no podemos hacer los de IU es jugarnosla a una elecciones tan importantes como estas, a alguien que no conocemos.

    Responder
  8. Lola testa

    Hola, no puedo hablar con el conocimiento que tenéis vosotros de las cosas, pero sí lo puedo hacer como ciudadana de a pie. Personalmente estoy bastante cansada de que todos los partidos convencionales me traten como a una ciudadana tutelada que necesita que le ofrezcan las opciones porque por sí misma no sabrá elegir.
    Creo que ya se ha demostrado que los ciudadanos son capaces de llegar a la información no solo en los medios convencionales, si no también por los cauces que han abierto las redes sociales, leyendo, reflexionando y tomando posiciones.
    No necesito la tutela y pensar que como no conozco a los candidatos voy a votar al más simpático o al que tenga una imagen más “convincente” me parece que es insultar mi inteligencia. Si yo soy capaz de informarme sobre las opciones, reflexionar y elegir, no tengo por qué pensar que otros son más incapaces. Por otro lado creer que se va a votar a un candidato/a desideologizado sería tanto como decir que yo misma no tengo ideología y una vez más no sabré decidir.
    Creo que las primarias abiertas son necesarias porque creo que el ejercicio democrático no se puede limitar al depósito de un voto cuando nos dan permiso. Somos responsables todo el tiempo y si la única oportunidad que voy a tener es deambular de una opción a otra, entonces no hay democracia.

    Responder
  9. Pingback: ¿Cómo conjugar ser candidato a primarias y un programa político compartido? | Hontanares Arranz

Responder a boronat Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *