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¿Qué piensa la España Vaciada de la transición ecológica?

La asociación #OIKOS ha publicado el informe “Vaciada ¿y verde? Actitudes de la España rural ante el #CambioClimático y el #ecologismo“. ¿Qué pueden aprender de él quienes quieren ser candidatas y candidatos ecologistas en la #EspañaRural? Aquí va mi resumen del informe y mis conclusiones.

OIKOS

OIKOS es un think-tank que aborda la ecología desde una visión política liberal y conservadora. Sus fundadores, Toni Timoner y Luis Quiroga, argumentan que el ecologismo debe superar el marco “izquierda-derecha”, y que el centro-derecha, en el que se consideran incluídos, debe participar del debate ambiental.

Cosa que a mí, que me considero ecologista y de izquierdas, me parece fenomenal. Ojalá todos los partidos se pongan las pilas con el tema, y que las candidatas que se consideren ecologistas sean cabeza de lista en todos los partidos, también en los de centro-derecha. Creo que OIKOS tiene un trabajo titánico por delante para reforzar el ecologismo en el centro-derecha, creo que son conscientes de ello, y les deseo que tengan éxito.

A la vez estoy convencido de que el voto ecologista más práctico es el de izquierdas, y en particular el de mi partido, Verdes Equo.  Más aún, cuando los nuevos gobiernos autonómicos y locales de derechas lo primero que hacen es desmontar los carriles bici que los gobiernos anteriores de izquierda han montado. ¿La salud, el aire limpio, el deporte, las ciudades vivibles, son de izquierdas? Yo creo que la izquierda (verde) los defiende mejor, pero son patrimonio común.

Mientras tanto, el trabajo de OIKOS sirve para comprender mejor la relación entre la España conservadora y el ecologismo. Y aquí entra el informe que acaban de sacar, sobre las opiniones del mundo rural sobre la transición ecológica. Recomiendo la lectura del resumen ejecutivo, y a ser posible de las primeras 14 páginas. En el siguiente apartado me limitaré a copiar y pegar frases del informe, que creo que se explican por sí solas.

Extractos del informe: “Vaciada ¿y verde? Actitudes de la España rural ante el cambio climático y el ecologismo”

El rol de la España Rural en la transición ecológica

El mundo rural es objeto de discusión pero no sujeto en la conversación sobre cambio climático y sostenibilidad. No logra hacer oír sus intereses, puntos de vista y opiniones diferenciada frente a la mayoritaria España urbana.

Gran parte de la acción contra el cambio climático y la protección del medio ambiente necesita de la España rural pero también ejerce sobre ella una carga, a veces, desproporcionada sobre sus recursos y motores económicos: su paisaje alberga a la mayoría de las energías renovables, sus campos son la fuente de alimentos que la ciudad pide que sean sostenibles, y sus bosques es donde se neutraliza la huella de carbono.

El mundo rural español podría estar percibiendo los debates y discusiones políticas sobre clima y medio como producto de ansiedades urbanas ajenas a las preocupaciones reales y próximas de la España rural.

Tenemos la oportunidad de evitar la escalada de oposición (a la transición ecológica) por parte del campo que ya se observa en Holanda, Australia o en los EE.UU.

El éxito de la transición ecológica dependerá de que el debate público sea capaz de incluir a la España rural en condiciones de justo reconocimiento conforme al papel que realmente juega en la lucha contra el cambio climático. 

Energía

En relación con la repartición y uso del suelo para la generación de energía renovables versus la producción agrícola, la mayoría de la opinión pública española muestra una inclinación hacia un enfoque compartido, pero el ciudadano de la España
rural manifiesta una preferencia por priorizar el uso de suelo para actividades agroganaderas frente a las renovables.

La creación de nuevas centrales nucleares obtiene escaso apoyo en todos los ámbitos territoriales

Biodiversidad

El mundo rural expresa un tangible menor grado de preocupación por la pérdida de biodiversidad y extinción de especies.

También en relación con los espacios protegidos, vemos que más de la mitad de la población rural considera la caza como una actividad compatible con la gestión de estos espacios naturales protegidos, algo menos común entre los residentes urbanos

Negacionismo climático

El negacionismo frente al cambio climático es minoritario (representando menos del 10% de la población) y lo es sin variación de opinión entre el campo y la ciudad.

El negacionismo climático es minoritario entre todos los grupos ideológicos, con resultados casi idénticos entre el contexto rural y urbano. Es en la sensación de prioridad y urgencia que el votante de derecha se distancia más de la izquierda.

Decrecimiento y antinatalismo

Otras medidas, como la reducción de la natalidad, y por consiguiente de la presión demográfica sobre el planeta o el decrecimiento económico, reciben un apoyo mucho menor, siendo rechazadas por más de la mitad de la población.

Esa reticencia al decrecimiento y el antinatalismo es más pronunciada en el campo que en la ciudad, especialmente el antinatalismo, que genera menos rechazo en zonas altamente urbanas que en el resto del país.

Las posturas de los votantes conservadores y progresistas se muestran bastante distanciadas, tanto en la ciudad como en el campo, con respecto al apoyo al decrecimiento como vía para la transición ecológica.

Precios

Consenso unánime entre toda la población española, independientemente de la residencia, en que los agricultores y ganaderos reciben un precio por debajo del que deberían. Se apunta como principales culpables a distribuidores e intermediarios, supermercados y falta de regulación

Macrogranjas

La España rural y urbana coincide en su opinión sobre las macrogranjas y las pequeñas explotaciones agroganaderas: las macrogranjas pierden en calidad y sostenibilidad medioambientales, pero ofrecen productos más asequibles al consumidor

Conclusiones (del estudio)

De las 10 conclusiones que aporta el estudio, señalo las que me parecen de mayor calado:

2. Garantizar un impacto local positivo del despliegue de energías renovables que
se instalen en el suelo rural.

4. Perseguir un impacto positivo directo y local en la creación y gestión de espacios
naturales protegidos como oportunidad económica.

6. Priorizar la sequía y los incendios forestales en la agenda pública, al ser estos los
problemas medioambientales que más preocupan a todos los españoles,
especialmente a la España rural.

7. Diseñar políticas climáticas que no culpabilicen al sector agrícola, pues ese sector
es, y así lo percibe la mayoría, víctima no causante clave del cambio climático.

8. Evitar debates centrados en la ideología del decrecimiento y el antinatalismo que
son contraproducentes para obtener respaldo social amplio en la lucha contra el
cambio climático

9. Evitar ahondar en la caza como parte del debate climático dada su poca relación
con el efecto invernadero y la polarización que puede llegar generar entre campo y
ciudad.

Mis conclusiones

Creo que este informe es altamente informativo, y un trabajo de referencia.

Lo miro desde mi propio interés: que candidatos ecologistas aumenten su apoyo en la España rural. Desde esa perspectiva, se podrían priorizar algunos temas y despriorizar otros.

A despriorizar

  • Enfrentar el negacionismo climático. Hoy en día no es un problema social en España, por mucho que haya bocachanclas cuestionándolo en público. No merece la pena enfocarse ahí.
  • No insistir en el decrecimiento. A nivel local o regional creo que esto no sería un problema práctico, pero sí sería un problema emocional.
  • Como emocional sería el “evitar ahondar en la caza”. Personalmente, desde mi posición de urbanita, la caza me genera sentimientos muy fuertes de oposición. Si yo fuese el candidato rural iba a pasarlo mal callándome sobre ese tema.

En el medio

  • Macrogranjas. Malas para la sostenibilidad, buenas para el bolsillo.
  • Biodiversidad. Un gran problema global, pero que en el medio rural parecen no compartir.

A priorizar

Hay muchas oportunidads. El estudio identifica muchos temas bien trabajados por los ecologistas que tienen un gran potencial para recibir apoyos en las zonas rurales.

  • Sequía
  • Incendios forestales
  • Impacto positivo de las renovables
  • Impacto positivo de los espacios naturales

A la vista de este estudio, un candidato ecologista local que hable de estos temas podría recabar apoyos en la España rural.

En penúltimo lugar señalo los precios de los productos rurales. Es un problema sin resolver, y la distribución directa productor-consumidor no consigue reducir la necesidad de intermediarios. Desconozco si aquí hay una propuesta claramente “verde”, pero sí que veo la oportunidad de que candidatos de izquierda verde se posicionen, ante una posible parálisis de los de centro-derecha, en posible conflicto entre defender los intereses de los agricultores o de las empresas interemediarias.

Por último, y enlazando con la primera frase extraída del informe: escuchar. La política es demasiadas veces un ejercicio de decirle a la gente lo que tiene que hacer, pensar, consumir, o votar. La España rural se considera marginada en este debate. Así que el primer paso de cualquier candidato ecologista que se precie es ponerse a preguntar a la gente cual es su opinión, a escuchar lo que tienen que decir, y a integrar a la España Rural en la toma de decisiones.

Si has llegado leyendo hasta aquí, ¿tú cómo lo ves?

Maria Novo: Recuperar el tiempo, cooperar, vivir mejor con menos

Nos manifestamos pacíficamente y nos llevamos palos de quienes deberían defendernos. Pagamos impuestos y nos reducen la cobertura sanitaria para salvarle la cara al banquero especulador. No hay dinero para investigación pero sí para coches oficiales. El poder político se alía con el financiero montando un sistema controlado, unos años por unos, otros por otros. Las empresas de comunicación, parte del sistema, te atiborran con declaraciones vacías de los “líderes”, mientras el juego político está vetado al ciudadano de a pie.

Mientras las estructuras políticas se maltratan a sí mismas, la ciudadanía en ocasiones las olvida y se centra en hacer bien su trabajo, cuidar a sus hijos… aportar su parte, aunque haya que mirar para otro lado. Pero aunque una persona pase de la política, la política no pasa de ella, y al final la irresponsabilidad de los gestores te acaba por tocar: un día tocan su salario o tu empleo, otro el transporte público, al siguiente la cooperación al desarrollo.

Hay razones para el pesimismo. Y con el pesimismo a cuestas, no vamos a ningún sitio, no deja de ser una mochila pesada, una profecía autocumplida. Necesitamos plantearnos con optimismo el futuro, sabiendo qué se ha hecho mal y no conviene repetir, y apostando por cambios que funcionan.

Para indagar en ese optimismo y valorar cómo salimos de ésta, entrevisto a María Novo. La escuché por primera vez en la III UniVerde en Madrid, y sus ideas sobre las relaciones humanas me parecieron muy actuales. A ideas que yo llego gracias a la interacción de personas y tecnología, María Novo ya había llegado hacia tiempo desde la sostenibilidad, y defiende también que el mundo está cambiando.

María Novo. Foto de UNED bajo Creative Commons.

– Si nos ponemos el sombrero pesimista, vemos que las cosas se siguen complicando. Las fórmulas conocidas nos fallan, y quizá las soluciones vengan de sitios que aún no conocemos. Si nos quedamos en casa nos llevamos palos del gobierno, y si salimos a la calle, es la policía quien reparte ¿Cómo podemos, como personas, prepararnos para este presente y futuro inciertos?

Creo que es esencial aprender a vivir mejor con menos, y también restaurar las relaciones comunitarias (pueblo, barrio, amigos…) que se están deteriorando debido a la enorme cantidad de horas que el sistema obliga a trabajar a las personas. Nos han querido engañar con la supuesta magnificencia de lo grande, lo lejano, lo rápido, y ahora descubrimos que la verdadera calidad de vida se mueve en torno a lo pequeño, lo próximo y lo lento. La lentitud es indispensable para mirar a los otros a los ojos, para escuchar, para disfrutar de una puesta de sol y de todos los intangibles que están ahí sin que haya que pagar por ellos. Pero también es necesario redescubrir la calidad de vida en lo próximo: en el pueblo, el barrio, los entornos en los que podemos establecer verdaderos vínculos humanos. Y, por supuesto, si la opción por las grandes fusiones bancarias, por los holdings financieros, por todo lo grande, se ha mostrado una opción más que peligrosa, no estaría de más intentar encontrar “el tamaño óptimo” en cada caso, recuperar unas magnitudes a escala humana en lo que hacemos, en los ámbitos en los que nos movemos. No podemos rechazar fenómenos como la globalización, están ahí y tienen su cara positiva, pero creo que a los aspectos más duros de un mundo globalizado (multinacionales que no ven a sus empleados y no tienen alma; productos que van y vienen con enorme coste energético de un lugar a otro; entramados financieros de difícil control…), a esos aspectos más duros hay que contraponerles un mundo con alma, en el que volvamos a mirarnos a los ojos, en el que el centro de nuestra existencia sea la vida y no el mercado.

– Pedimos más democracia, pedimos ser más partícipes de las decisiones. Pero eso nos exigirá más tiempo. Casi mejor elegir a quien nos represente y que se dediquen a eso, ¿no? ¿Una democracia representativa es todo lo que podemos conseguir? ¿Por donde puede comenzar la ciudadanía a recuperar el poder público hoy perdido?

Creo que lo esencial es no perder el sentido verdadero de la vida, saber dónde están nuestras raíces, que es en la naturaleza y en la convivencia con los otros. Somos seres dependientes, estamos al final de una red trófica que, si se rompe, dificultará o imposibilitará nuestra existencia. Pero eso se nos olvida. Volver los ojos a la naturaleza, aprender de ella, aprender de la cooperación, que es el gran motor de la vida. Cada vez que cooperamos, allí donde lo hacemos, estamos copiando esa fuerza oculta que ha permitido que la vida salga adelante una y otra vez, pese a las dificultades. Creo que una democracia representativa es, hoy en día, una demanda de cortos vuelos. Ha llegado el momento de la democracia participativa, de que la gente tome la palabra. En mi opinión, en España lo estamos haciendo muy bien los grupos sociales y la ciudadanía, estamos dando una lección de civismo pero de capacidad para decir “no” a un sistema que nos quiere convertir en súbditos en lugar de ciudadanos.

– Queremos empleo. Pero cuando lo pedimos, nos encontramos viendo peticiones a grandes fábricas para que se instalen. Y sabemos que esas fábricas no tienen corazón, se van a ir en cuanto no tengan beneficios. ¿Estamos condenados a tener que tener empresas grandes para tener empleo?

Creo que el modelo de las grandes empresas no es el dominante en nuestro país, donde las PYMES generan la mayoría del empleo. Nuestra experiencia mediterránea nos ayuda a ser creativos y a confiar en la creatividad de nuestros emprendedores. Pero hay que “despejar” el panorama de dificultades burocráticas con que se encuentran. Y necesitamos influir en la política para recuperar los derechos sociales que se han perdido en el último año. Pero, dicho esto, hay algo que nadie quiere decir y que no queda más remedio que recordar: en un mundo altamente tecnificado, donde una máquina hace hoy el trabajo que antes hacían 100 o 200 trabajadores, no hay empleo para todos si se mantienen las mismas jornadas laborales de 8 horas. Esto ya lo intuyó Paul Lafargue, que propuganaba jornadas cortas en su tiempo. Hace 30 años, en 1982, ya presenté una ponencia a un congreso internacional proponiendo el reparto del empleo como “un bien escaso”. No sucedería nada grave (sólo que los empresarios ganarían algo menos) si estableciésemos jornadas laborales de 5 horas, en turnos alternativos de mañana o de tarde. Esta medida permitiría que, en las familias, se pudiesen alternar los horarios de los padres para que los hijos no estuviesen solos, algo que nuestra sociedad necesita con urgencia. También se duplicarían las posibilidades de empleo y, al mismo tiempo, todo ello haría más felices a las personas y a las familias… El beneficio social sería inmenso, sólo quedarían mermados los grandes beneficios de las corporaciones transnacionales o de las empresas. Además, está demostrado que en 5 horas continuadas, con un pequeño descanso intermedio, se puede rendir todo lo que un ser humano puede dar de sí creativamente en un día. El resto del tiempo trabajado es, muchas veces, tiempo de baja calidad productiva y creativa. Además, este sistema beneficiaría mucho a las familias, que están sufriendo una gran dislocación por los larguísimos horarios de trabajo de los padres y la consiguiente soledad de los niños.

Otra solución complementaria es adoptar la renta básica de ciudadanía, para que nadie que pierda su empleo se vea en situación de indigencia. Pero este es un tema muy complejo sobre el que habría que hablar despacio…, porque se presta a muchos malos entendidos. El Pais Vasco tiene algo que se asemeja mucho y está funcionando estupendamente, al menos hasta que yo he tenido noticias.

– Hemos vivido atrapados por la rueda del consumo. Empleamos nuestro tiempo en trabajar para ganar dinero, para gastarlo comprando y creando demanda para crear empleo… ahora este modelo entra en crisis. ¿Tenía sentido? ¿Qué alternativas tenemos?

Ante una crisis no vale lamentarse solamente sino que hay que preguntarse qué hemos hecho mal. Este país vivió por encima de sus posibilidades, y el modelo consumista está dando sus últimos pasos, porque, entre otras cosas, el planeta no lo resiste y ya da muestras de que se rebela contra las políticas puramente extractivistas y consumistas. Lo que nos pierde es la ceguera y la torpeza de una gran mayoría de la clase política nacional e internacional, pues es obvio que hay que darle la vuelta al modelo. La alternativa, se ha dicho hasta la saciedad, es aprender a vivir mejor con menos, la esencia del desarrollo sostenible. Y rescatar nuestro tiempo. Que una gran parte del tiempo que ahora dedicamos a producir y consumir se convierta en tiempo para la vida. Esto referido al Norte, claro está. El Sur tiene pendientes muchas cuestiones de desarrollo y allí es necesario acertar con modelos que generen calidad de vida sin destruir el medio ambiente y las culturas autóctonas. Todo un reto sobre el que ahora no puedo extenderme pero al que he dedicado un libro y varios artículos.

En cuanto a alternativas, la gran alternativa es volver a pensar y volver a pensarnos. Repensar el mundo que queremos dejar a nuestros hijos y repensar nuestro concepto de calidad de vida, de felicidad. Hay que recuperar la palabra felicidad como un derecho de todos los seres humanos, un derecho al que se llega por muy diferentes caminos, pero siempre con autonomía, libertad personal y política, y criterio para elegir qué es lo verdaderamente importante, dando su lugar a la naturaleza, la gran maestra, y aprendiendo de ella. Eso que se ha llamado “biomímesis” en el lenguaje ambientalista y que los políticos, salvo honrosas excepciones, desconocen.

María Novo

– ¿Qué conclusiones podemos sacar para afrontar el futuro más próximo?

Creo que podemos y debemos reinventar nuestras formas de vida, individual y colectivamente. Hacerlo pensando en la dignidad de las personas, en el derecho a ser felices, pero también en los límites de la naturaleza y en criterios de sostenibilidad. Eso implica, por de pronto, operar con enfoques que nos aparten de la tiranía del mercado. Reinventarnos desde lo pequeño, lo descentralizado…, desde la cooperación y no desde la competitividad. Para este cambio de rumbo necesitamos dos cosas cuando menos: tiempo e imaginación. El tiempo nos lo tienen robado la mayoría de las veces, así que es esencial rescatarlo, reapropiarse del tiempo que a cada uno le pertenece como un tesoro. En cuanto a la imaginación, creo que sin ella nunca podremos vislumbrar unas formas distintas de estar en el mundo, no sólo como productores y consumidores sino, esencialmente, como partícipes, como seres que sueñan, se enamoran, disfrutan, juegan… y enseñan a sus hijos que la felicidad está en el abrazo que nos damos cada día con los otros y con la vida.

Dicho esto, quiero resaltar que, para caminar en esta dirección, es fundamental la conciencia. Una conciencia que incluya al planeta en sus criterios y que incluya al otro como partícipe del misterio de la vida. También una ciencia con conciencia y con consciencia. Ese es un camino que debemos recorrer en paralelo, individual y colectivamente.

Actualización 12/12: Quien tenga interés en profundizar en estas ideas puede echar un vistazo al libro que María Novo escribió recientemente titulado “Despacio, despacio” (20 razones para ir más lentos por la vida)”.

Honestidad, Internet y Medio Ambiente en la política italiana: Beppe Grillo y el Movimiento 5 Estrellas

El Movimiento 5 Estrellas es una de las novedades políticas en Europa. Un movimiento ciudadano en Italia, organizado en torno a Internet y a la democracia directa, horizontal y opuesto a la contaminación y a las grandes obras, con la anticorrupción por bandera. Merece la pena echarle un vistazo y conocerlo mejor.

En su origen está Beppe Grillo: cómico, actor, bloguero, activista y genovés. Su temática como cómico fue derivando hacia la sátira política, luego se pasó al activismo, aprovechó su tirón mediático para criticar la corrupción italiana hasta el punto de ser temido por los políticos, y acabó promoviendo un movimiento que ahora se presenta a las elecciones. Su blog es el más leído en Italia y el epicentro de su actividad política.

Una de sus actividades más relevantes fue organizar el V-Day, un día dedicado a apoyar la iniciativa legislativa ciudadana “Parlamento Limpio“, que perseguía tres objetivos:

  • Que ningún ciudadano pueda ser candidato al Parlamento si está condenado por un tribunal.
  • Que ningún ciudadano pueda ser elegidos más de dos legislaturas, aplicando la regla con retroactividad (debiendo cambiar por tanto la mayor parte del Parlamento italiano).
  • Que los candidatos al Parlamento se voten por un sistema de preferencia directa (listas abiertas)

Logotipo de la campaña "Parlamento Pulito"

El V-Day, realizado en 2007, representa el hartazgo que la ciudadanía italiana tiene con respecto a su clase política. La V significa “Vaffanculo”, y era una forma de decirles a los apoltronados políticos italianos a donde podían irse. Fue la primera campaña en Italia sustentada en la tecnología, con Meetup, Youtube, Flickr, foros y blog como medios principales. El uso de Internet es imprescindible para superar el ostracismo de los medios de comunicación.

El Movimiento 5 Estrellas: un anti-partido por la honestidad y la democracia directa

Los orígenes se remotan a 2005, año en que a través de Meetup, una web para organizar reuniones presenciales, se van organizando grupos locales de Amigos de Beppe Grillo. Hasta 2007 se van lanzando las primeras ideas: quieren ser un movimiento horizontal, en contraposición a las dinámicas verticales de los partidos políticos, que consideran anacrónicos, acabados y autistas.

En 2007 llega el V-Day citado anteriormente, que sirve para consolidar el movimiento. Desde entonces y hasta 2009 el Movimiento 5 Estrellas prepara su participación electoral. Consiguen 23 concejales, los dos más relevantes en Bolonia. Hasta 2012 se viene presentando en el 10% de los Ayuntamientos con elecciones, aumentando sus éxitos con los 4 concejales y el 15% de voto en Génova. El nacimiento oficial del movimiento es en octubre de 2009, son un “anti-partido”:

El Movimiento no necesita estructuras, ni jefes, ni coordinadores provinciales, regionales o locales. Cada uno cuenta por sí mismo. El Movimiento está abierto a todos, pero a la lista sólo tendrán acceso aquellas personas sin antecedentes penales que no estén inscritas en ningún partido político.

 

La adhesión al Movimiento no prevee mayor formalidad que el registro normal en un sitio web. Está abierto a los ciudadanos italianos mayores de edad que no formen parte de partidos políticos. [..] La participación es individual y personal y dura hasta la cancelación del usuario en la web. [..] No están previstas cuotas de adhesión. Se podrán hacer aportaciones voluntarias para finanzar actos particulares.

Agua, Medio Ambiente, Transporte, Conectividad, Crecimiento: los valores del MoVimento.

El M5S, Movimento 5 Stelle, tiene una estrella por cada uno de los ejes de su programa: Agua, Medio Ambiente, Transporte, Conectividad, Crecimiento.

Dice la Wikipedia en italiano que en el Movimento 5 Estrellas confluyen ideas ecologistas y anti-partitocráticas. Que promueve la participación directa de los ciudadanos en la gestión pública mediante democracia digital. Que tienen como objetivo cambiar la sociedad, y no sólo la política.

Que están a favor del decrecimiento, apoyando la creación de empleo verde, rechazando proyectos contaminantes y costosos como incineradoras y grandes obras, buscando una mejor calidad de vida y mayor justicia social. Que proponen adoptar proyectos de ahorro energético, eliminación de residuos urbanos, movilidad sostenible, protección del territorio contra la construcción, promoción del teletrabajo y la informatización.

Es un movimiento enfocado en el nivel municipal, y la participación democrática de la ciudadanía es su motor: quieren aplicar en los Ayuntamientos italianos la democracia directa, los presupuestos participativos, la transparencia, métodos deliberativos que persigan el máximo consenso entre los participantes, y que en caso de voto la mayoría sea de 2/3.

Este es Beppe Grillo entrevistado por Euronews. Al final de los 7 minutos de entrevista envía un mensaje a los políticos italianos: antes de dejar el puesto tendrán que devolver el dinero que han robado.