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¿Cuáles son los problemas de un congreso de delegados?

En las próximas semanas Equo tomará una decision relevante con respecto a su organización interna. Decidiremos si a nuestro primer congreso en julio podrán asistir todas las personas asociadas con voz y voto (un congreso de socios) o si nos organizaremos para enviar una representación de cada asamblea territorial (un congreso de delegados). El debate está abierto, y hay argumentos y razones en ambos sentidos.

Los inconvenientes de un congreso de delegados

– Divide en función de dónde vive la gente, no de lo que piensa. En el Congreso vamos a confrontar ideas, y las mías pueden tener poco eco donde vivo, pero ser bien acogidas en el resto del Estado. A través de un sistema de delegados mis ideas se quedarán diluidas en el nivel territorial, en un paso adicional que sería conformar la opinión “de la asamblea”. En vez de tener una dinámica en la que cuenten las opiniones de las personas, pasan a discutirse las posiciones de las asambleas.

– Si establecemos un escalón intermedio, ¿en qué nivel lo ponemos, en el local, provincial o autonómico? Si mandamos delegaciones autonómicas, éstas previamente habrán tenido que reunir a la asamblea autonómica. En una autonomía amplia, ¿quien acude a la asamblea, las personas individuales, o las delegadas de cada provincia? En la provincia, ¿se hace ya una asamblea universal o se reciben a las delegadas de las asambleas locales? El modelo en el que cada territorio envía hacia arriba sus delegaciones y opiniones es la famosa “pirámide”.

– Es más difícil representar todas las sensibilidades. Si en una asamblea territorial se produce una votación con un resultado de 80-20, ¿qué votan sus delegadas? ¿Todas a la opción ampliamente mayoritaria, o respetan la proporción de voto? Sin intermediarios, cada una votaría su opción y todas contarían directamente en los resultados.

– Se plantea una desigualdad entre personas afiliadas y delegadas. Como afiliada, si estás interesado en apoyar una propuesta, tendrás que convencer a una delegada que tiene varios votos, mientras que tu, si no eres delegada, no tienes ninguno. Estarás más interesado en hablar con las delegadas de los territorios mayoritarios, que tienen más peso en las votaciones. Desde mi punto de vista, convencer a delegados es una actividad de la “vieja política“.

– El principio de “una persona = un voto” se socava. Habrá gente que no sea delegada, y que por tanto no tenga derecho a voto. Otra gente será delegada y representará a varias personas. Aplicar el principio “una persona = un voto” significaría que cualquier afiliada tendría derecho a participar y a hacer uso de su voz y su voto, sin delegar si no quiere, y sin que nadie tome las decisiones por ella.

Problemas que sí soluciona el sistema de delegación

Por otra parte, un Congreso por delegación sí que soluciona determinados problemas:

– El gasto del desplazamiento. Llevar 1000 personas a Madrid es un gasto muy relevante, económico, ecológico y organizativo. Llevar a 100 delegadas es mucho más sencillo, barato y ecológico. Cuando seamos 10.000 afiliadas en Equo la cuestión será aún más relevante.

– La representatividad de los lugares peor comunicados. Pensemos en los insulares, ¿podemos pedirles a los varios centenares de afiliadas de las islas que se desplacen a Madrid durante un fin de semana? ¿Y a las “dobles insulares” de Fuerteventura o Ibiza? Sería más práctico recibir sus propuestas a través de delegación.

– La ventaja del que puede acudir con respecto al que no puede. Tanto por motivos personales, como económicos, las decisiones en un Congreso de socios las tomarían las personas que pudiesen permitirse acudir. Quienes no tengan niños ni familiares que cuidar, quienes no tengan que trabajar el fin de semana, y quienes tengan dinero suficiente para pagarse el viaje y el alojamiento. En un sistema de delegadas en cambio todo el mundo estaría al mismo nivel.

¿Cómo solventar los problemas de un congreso de socios?

Desde mi punto de vista el congreso de personas asociadas es el que mejor representa una forma nueva de hacer política. Para que sea un éxito, debe de incorporar mejoras que permitan superar sus problemas.

En esta línea podrían ser útiles varias alternativas, por ejemplo: crear una bolsa solidaria para compartir gastos de quienes viajan, abrir la participación al Congreso a través de Internet, establecer un servicio de guardería, o permitir que quien no pueda acudir tenga la posibilidad de delegar su voto en otra persona.

Y a tí, ¿te interesa profundizar en esta alternativa de un congreso de socios?

Cómo integrar en Equo a los partidos verdes existentes (I)

El día 4 de junio de 2011 más de 30 organizaciones y partidos verdes firmaban el Manifiesto “Suma y sigue”, marcándose el objetivo de confluir en la misma organización política, Equo.

Equo se autodefine: “somos votantes construyendo un partido“, pero también, aunque no se haya dicho tanto, tenemos “partidos verdes confluyendo por fin en la misma organización“. ¿Cómo compaginar ambos enfoques? ¿Qué papel deberían de tener los partidos pre-existentes dentro de Equo? Ésta es una de las preguntas que necesitamos respondernos de aquí al Congreso, sobre la que hay varios enfoques planteados.

– Partidos verdes que “hibernan”: Los Verdes de Asturias

Pongo siempre a Los Verdes de Asturias como ejemplo porque es el más cercano a mí para evitar susceptibilidades, aunque este caso es similar al de muchos otros partidos verdes.

Los Verdes de Asturias formaban parte de la inoperante Confederación de Los Verdes. Antes del 4-J el mensaje desde Equo era claro: ha llegado la hora de disolverse para dar paso a algo más grande. De hecho, el 4-J se entiende en determinados ámbitos como la fecha de la disolución de los partidos firmantes, lo que no es exactamente así. Los Verdes de Asturias siguen existiendo como organización, pero a partir del 4-J han cesado su actividad pública en favor de la asamblea asturiana de Equo. En 2012 no se pasarán cuotas, y se están estudiando los trámites para “congelar” la legalidad, de forma que el nombre de “Los Verdes de Asturias” ya no se utilice, salvo si Equo lo considera oportuno. Está por tanto en proceso de disolución desde el 4-J.

– Partidos locales que continúan: Electores de Alhaurín de la Torre

Alhaurín de la Torre es una localidad malagueña de 35.000 habitantes. “Electores” es un partido local, creado en 2009, y cuya seña de identidad es la democracia real y participativa. Cuentan con un concejal en el Ayuntamiento, lo que les proporciona espacios publicitarios, subvenciones electorales, y asignación económica del Ayuntamiento, que perderían si cambiasen de nombre. Una de sus preocupaciones es económica, pues ahora mismo las cuotas locales les dan para pagar una sede. Pero si el partido desapareciese y sus afiliados pasasen a Equo, la mitad de la cuota se quedaría en el nivel estatal, sin hablar del nivel autonómico o provincial, lo que disminuiría su capacidad financiera local.

La marca “Electores” es más conocida en Alhaurín que la marca “Equo”, y esta imagen positiva que ya tienen es un activo a conservar y a identificar con el proyecto estatal. Tienen la sede llena de carteles de Equo, y en sus comunicados van introduciendo gradualmente la dualidad Equo-Electores. Esta misma problemática es común con otros partidos que tienen representación en los Ayuntamientos. Electores es un partido activo, vinculado a Equo, a la espera de que se definan los mecanismos de integración.

– Partidos autonómicos que continúan: Iniciativa-Verds en Baleares.

Hace 2 años se fusionaron Els Verds de Mallorca e Iniciativa de Esquerres, dando lugar a Iniciativa-Verds. Es firmante del 4-J, y uno de sus miembros, David Abril, forma parte de la Gestora de Equo. Se definen como ecosocialistas, y se identifican con las otras Iniciativas: Iniciativa per Catalunya, e Iniciativa del Poble Valencià, con quienes ha participado en “Espacio Plural“. Está presente en las instituciones en un pacto con el Partit Socialista de Mallorca, de corte nacionalista mallorquín. De hecho, los enlaces a Equo Baleares desde la web de Equo territorial llevan a la web, Twitter y Facebook de la coalición PSM-IniciativaVerds.

Ha mantenido su actividad con el nombre Iniciativa-Verds tras el 4-J. Su apuesta es seguir funcionando como partido independiente y ser reconocido por Equo como su representante en las islas. Proponen que la construcción de Equo se haga a partir de las estructuras ya existentes en los territorios, y defienden la participación de todas aquellas personas que se asocien a Equo en Baleares dentro de las estructuras de Iniciativa-Verds con los mismos derechos que sus afiliados. Su apuesta es un proyecto político verde y de izquierdas amplio, y defienden un concepto de “cooperativa política” que no sea un acuerdo entre personas sino entre partidos. Quieren formar parte de Equo, sin renunciar a su identidad.

Estos 3 ejemplos sirven para extraer algunos argumentos:

A favor de mantener los partidos

  • Económico: Con la gestión del dinero a nivel estatal y la actual división de cuotas no habría suficiente para el nivel local.

  • Construcción de abajo a arriba: El nivel local se organiza como mejor considera, incluyendo la posibilidad de crear un partido, y luego a partir de ahí se construye hacia arriba, federando diferentes organizaciones.

  • Mantenimiento de la marca: La identidad a nivel local la da la marca, los partidos que ya son conocidos y tienen buenos resultados pueden mantenerla en vez de crear otra desde cero.

  • Construir a partir de lo que hay: Respetar las dinámicas existentes que sean positivas y construir en torno a ellas.

  • Evitar el modelo centralizado: Se tiene independencia para elegir candidatos y pactos electorales.

A favor de conformar un partido único

  • Mantener la novedad: Parte de la imagen de Equo es la de ser un partido nuevo. Hay personas que no se afilian a los partidos ya existentes, pero que sí se quieren afiliar a Equo.

  • Simplificar la imagen: Equo comunicaría una única organización y no un conjunto de siglas como hasta ahora. Eso permite aprovechar el tirón de la marca estatal en los territorios.

  • Simplificar las elecciones: Habiendo varios partidos, cada uno sería soberano de pactar su propia estrategia por ejemplo en las elecciones europeas. Con un único partido, la estrategia para las elecciones de carácter estatal tendría que ser la misma para todos los territorios. Lo estatal se decidiría entre todos los miembros de la organización.

  • Evitar el funcionamiento vertical. Si Equo estuviese formado por diferentes partidos autonómicos, a la hora de tomar decisiones estatales serían estos partidos los que deberían de ponerse de acuerdo: Equo sería un partido de partidos. Si fuese un único partido, serían las personas de todo el estado las que deberían de ponerse de acuerdo: sería entonces un partido de personas.

  • Mantener la igualdad entre partidos firmantes el 4-J, de forma que se mantenga una simetría entre los territorios. Las condiciones para disolverse o mantenerse, y las oportunidades para hacerlo, han de ser las mismas para todos los partidos firmantes.

  • Se clarificaría la cuestión de “¿Dónde me afilio, al partido local o al estatal?” que se daría de haber partidos locales. Asimismo se clarificaría el pago de la cuota, que de otra manera existiría la duda de si pagarla al partido local o al estatal.

  • Se centralizan los censos. Uno de los problemas históricos en la Confederación de Los Verdes fue la falsificación de los censos. Un partido reclamaba más poder de voto porque decía tener más afiliados de los que realmente tenía. Centralizando los censos con un partido único se evita este problema.

  • Se conforma una cooperativa política, una asociación entre personas autónomas que se unen para un bien común. La definición del sustantivo “cooperativa” indica que es una “asociación entre personas”, y no una asociación entre organizaciones.

Sigue el debate

En la reunión del 4-J se decidió abrir la posibilidad de federar los partidos a Equo. Así se mantendría la legalidad a salvo, y los cargos electos y los militantes pasarían directamente a formar parte de Equo. Quedó claro que los partidos se federaban para hibernar, y no para continuar funcionando. Ahora hay de nuevo una propuesta para que los partidos sigan funcionando de forma independiente. ¿Tú qué opinas?

Existe un grupo de trabajo de la Mesa Federal de Equo encargado de hacer propuestas sobre este tema al que me acabo de incorporar. Forman parte otros compañeros de la Gestora y de los partidos verdes implicados. Para contactar con el grupo o dar una opinión sobre el tema, se puede escribir en la Equomunidad, contactar con el representante territorial correspondiente en la asamblea federal, o escribirme (rafa.font ARROBA rafafont.eu) para transmitir el contacto.

He querido dar en este post la información recogida hasta el momento, mientras elaboro mi opinión para una próxima entrega.

¿Qué modelo de partido para Equo?

A raíz de la presentación de mi candidatura, recibo a través de la Equomunidad dos preguntas relacionadas:

Rubén Ferrer: ¿Consideras que Equo debe de ser un proyecto único en todo el estado español o debemos admitir excepciones en territorios?

 

Juan Cappelletti: ¿Qué modelo de partido crees que debe tener EQUO? ¿un partido estatal de caracter federal? ¿Un partido centralista? ¿o un modelo confederal como el que propugnan los partidos de Iniciativa?

 

 

Mi respuesta breve sería: una única organización estatal, con mucha independencia territorial, y tratando entre todos lo que es de todos.

Este debate sobre el modelo de partido ha sido tradicionalmente un quebradero de cabeza para Los Verdes, que pasaron de ser un partido estatal, a ser una confederación de partidos autonómicos. Creo que el debate “federal vs confederal” está todavía viciado, le falta una buena definición semántica porque no está claro qué significa cada término, y como resultado he visto a gente defender exactamente las mismas ideas, cada uno desde una etiqueta contraria.

Por eso no creo que el dilema “federal vs confederal” sea el más adecuado para exponer mis ideas, y prefiero salirme del cuadro y plantear los principios de funcionamiento que considero interesantes, y luego ya el lector pondrá las etiquetas que considere oportuno, si quiere.

El objetivo es configurar un modelo donde las personas individuales estén en el centro del proceso, donde se respete el principio “1 persona = 1 voto“, y donde se facilite la participación de la gente en la elaboración de posiciones políticas. Desde mi punto de vista, esto se construye de la siguiente manera:

Una única organización en todo el estado

Considero que Equo debe ser un partido único en toda España. Todas las personas que formásemos parte del mismo deberíamos pagar cuotas a la misma entidad administrativa y contribuir al desarrollo de un único discurso político para el ámbito estatal.

No comparto por tanto la idea de crear por ejemplo “Equo Asturias” como entidad diferenciada de Equo, aunque luego se asocie.

Sí que comparto las preocupaciones que habría detrás de esa propuesta, que serían, por simplificar: “que no decidan en Madrid lo que tenemos que hacer o pensar en Asturias”. Mi modelo de partido es único, pero no es centralista. Defiendo la autonomía local, pero creo que defenderla creando un partido propio no sólo no soluciona problemas, sino que introduce otros nuevos.

Asambleas territoriales con mucha independencia

Creo que las asambleas han de tener un elevado grado de independencia. La organización estatal sirve para proporcionar un marco de actuación, y luego quien ha de convertirlo en algo concreto son quienes conocen el territorio, que contarían con el apoyo del resto de la organización.

Por ejemplo y por tocar un tema espinoso: las ayudas al carbón en Asturias. El marco ideológico ecologista de Equo define una postura contraria a seguir metiendo dinero público en el carbón. Pero son los asturianos los que más saben sobre qué políticas alternativas hay que implantar para reducir el impacto social y para ofrecer una salida mejor a las cuencas mineras basada en el empleo verde.

La organización estatal se encarga de definir la postura contraria al carbón y favorable al empleo verde, y la organización territorial de decir cómo mejor aplicar esas políticas, y ambos ámbitos, estatal y territorial, trabajan en la misma dirección.

Lo que es de todos, lo tratamos entre todos.

Por ejemplo: los temas asturianos, los decidimos entre todos los asturianos, y los temas estatales, los decidimos entre todos los participantes de Equo en España. Aunque esto pueda parecer una idea básica, en la práctica no suele ser así.

Un ejemplo que considero de mala aplicación: supongamos un tema estatal como las ayudas a las renovables. En la Asamblea de Equo en Asturias se consensuaría una posición crítica, y en otro territorio de España se llegaría a una posición más favorable. ¿Cual sería la opinión de Equo como entidad estatal? Para llegar a ella, los delegados de los territorios se pondrían de acuerdo en un nuevo texto.

¿Qué considero que tiene de malo este modelo?

– Refleja una organización basada en las asambleas, y no basada en las personas. Equo se define como un partido de personas, y no de organizaciones, y deberían de ser las personas quienes se pusieran de acuerdo.

– No se respeta el principio “1 persona = 1 voto”. Aunque tu tengas una postura favorable, si la mayoría de tu asamblea tiene una posición crítica, tu voto se perderá. Los delegados de tu Asamblea, cuando negocien con los otros delegados, llevarán la posición mayoritaria de la asamblea, dejando la tuya de lado.

– Se establece un nivel intermedio de jerarquía, lo que redunda en una menor horizontalidad. Ya no todo el mundo está al mismo nivel, sino que los delegados son quienes tienen la potestad de tomar una decisión por encima del resto de afiliados.

– No se divide el trabajo. Toda la Asamblea de Asturias opina sobre todos los temas, en vez de tener a gente especializada siguiéndolos con más detenimiento.

¿Cual sería en mi opinión la vía adecuada?

Este principio “lo de todos entre todos” ya se aplica en las primarias de Equo. A diferencia de otros partidos, el candidato es elegido siempre por su asamblea. Si es el candidato provincial, es la asamblea provincial la que hace primarias. Si es el candidato estatal, en vez de establecer un sistema de delegación de voto en el que cada asamblea territorial elige a su candidato y luego negocian entre asambleas, se establecen primarias en igualdad de condiciones para todos los que formamos Equo.

En el caso anterior de las renovables, la opinión de Equo estatal vendría dada por el conjunto de los afiliados. ¿Cómo organizarlo? Derivando el tema al grupo de trabajo sobre Energía, en el que participan todas aquellas personas de todos los territorios interesadas en el tema, y que lanzará una propuesta de posicionamiento.

Este modelo permite optimizar el tiempo de los participantes, que ya no tienen que tratar de todos los temas sino de sus preferidos. Mejora también el nivel del debate, que puede hacerse más profundo. Permite que los votos individuales afecten a la propuesta del grupo, y ponen a las personas en el centro del modelo, siendo ellas a nivel individual quienes discuten los temas, y no las organizaciones.

Todavía faltaría un elemento para mejorar el sistema: una buena implementación de la transversalidad, de forma que en los temas que se compartan entre varios grupos temáticos diferentes los acuerdos se produzcan durante el proceso de debate entre los participantes, y no al final del mismo.

En resumen

Una única organización estatal, con mucha independencia territorial, y tratando entre todos lo que es de todos: ese es mi modelo de partido.