Las 3 claves del cambio: el elefante, su jinete y el camino

La parte racional de las personas es “el jinete“. Es quién toma las riendas y piensa dónde ir. La otra parte, la emocional, es “el elefante“. Muchas veces da igual cuanto empeño ponga el jinete, que el elefante es más fuerte y acabará yendo donde quiere. 

Esta entente entre jinete y elefante es una propuesta del psicólogo Jonathan Haidt para entender el comportamiento humano. Basada en ella, Chip y Dan Heath han escrito “Cambia el chip: Cómo afrontar cambios que parecen imposibles“. 
Hay 3 claves en el libro para favorecer procesos de cambio (primera nota: el cambio no es un evento, sino un proceso). La primera es: dirige al jinete. Entiende cómo funciona y cómo proponer argumentos racionales para el cambio. La segunda es: motiva al elefante. Se consciente de la fuerza de la emoción. La tercera es: dale forma al camino. Modifica el entorno para facilitar el cambio. 

Dirige al jinete

El jinete tiende a darle muchas vueltas a las cosas. Pónselo fácil:

  1. Muestra el destino con total claridad. Muchas veces lo que parece resistencia al cambio es sólo una reacción a la falta de claridad. 
  2. Señala las reglas críticas. Tomar decisiones cansa, pero si tienes un conjunto mínimo de reglas que seguir, lograr un cambio será más fácil.
  3. Replica los pequeños éxitos. En vez de enfocarte en arreglar lo que está roto, busca las cosas que están yendo bien y multiplícalas. 

Motiva al elefante

De nada sirve el mejor jinete si el elefante toma otro camino. El elefante entiende de emociones. Guíale así:

  1. Encuentra el sentimiento. En vez de convencer con datos, convence generando sentimientos. El patrón del cambio no es ANALIZAR > PENSAR > CAMBIAR. Sino VER > SENTIR > CAMBIAR.
  2. Desmenuza el cambio. Si el objetivo es demasiado ambicioso, el elefante se desmotiva. Busca el cambio más pequeño posible, reduce las expectativas, y haz que la única opción sea el triunfo, por pequeño que sea. Además, la sensación de progreso es un gran motivador. Es más motivador pasar de 2 a 12 que de 0 a 10.
  3. Apela a la identidad (que es un mecanismo irracional de toma de decisiones) en vez de a las consecuencias (mecanismo racional). Queremos que algo cambie porque dice cosas acerca de quienes somos.

Dale forma al camino

Para ayudar al cambio se puede modificar el entorno, quitar complicaciones, y buscar fluidez. 

  1. Crea hábitos. Los hábitos son el piloto automático del comportamiento. Son decisiones “pre-cargadas” en la mente del jinete. Tomar decisiones desgasta, y un hábito evita tener que pensar. Encontrar disparadores ayuda: cada vez que entre en una habitación de hospital me desinfectaré las manos, sin pensar. 
  2. Cambia el entorno. Hay situaciones estructurales que frenan el cambio. Por ejemplo, para facilitar la colaboración entre compañeros de oficina vale más crear una buena sala de reuniones o activar un wiki, que doscientos correos de los jefes animando a colaborar.
  3. Busca al grupo. Los cambios de comportamiento son contagiosos. Mostrar que otros ya han cambiado ayuda a cambiar. “Más del 50% de tus compañeros de oficina ya han contestado a esta encuesta”. 

Algunos ejemplos del libro

¿Cómo conseguir que los empleados manden sus hojas de gastos a tiempo? 

  • Investiga por qué los que sí las mandan a tiempo lo hacen > Replica los éxitos
  • Muestra como los compañeros de contabilidad se agobian al deber tratar gastos que llegan atrasados > Busca el sentimiento. 
  • Simplifica el formulario de gastos > Cambia el entorno 

¿Cómo reducir el presupuesto de una organización sin crear un gran lío? 

  • Busca los departamentos que ya están ahorrando > Replica los éxitos
  • Busca el ahorro más pequeño posible > Desmenuza el cambio. 
  • Muestra los ahorros conseguidos en otros departamentos > Busca al grupo. 

¿Cómo hacer cumplir la política de seguridad en una fábrica? 

  • Reducir el número de normas > Señala las reglas críticas. 
  • Pintar una línea azul en el suelo a partir de la cual es obligatorio el uso de casco y gafas > Crear hábitos (y disparadores). 

Para finalizar, una pregunta abierta: ¿cómo aplicar este modelo a cambios orientados a frenar el cambio climático, o a otros problemas ecosociales? 

5 comentarios en “Las 3 claves del cambio: el elefante, su jinete y el camino

  1. A. Alberto Martos Herrera

    El modelo del “jinete y el elefante” para cambiar nuestros hábitos frente al cambio climático.
    Primero, hay que convencer con la razón, explicando de forma clara qué lo causa y qué podemos hacer para frenarlo. por ejemplo, mostrando con datos cómo el uso del coche aumenta las emisiones y proponiendo alternativas como ir andando o en bicicleta.
    Después, es clave tocar la emoción, haciendo que las personas sientan que proteger el planeta mejora su vida y la de quienes quieren. por ejemplo, recordando que cuidar el planeta es cuidar la salud de nuestros hijos o conservar los paisajes donde jugamos de pequeños.
    Y por último, ponerlo fácil, creando rutinas sostenibles, adaptando los espacios y mostrando ejemplos reales que inspiren a otros a hacer lo mismo. Como colocar contenedores de reciclaje visibles, reducir plásticos en el colegio o mostrar cómo otras comunidades ya están logrando pequeños éxitos sostenibles.

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  2. José Agustín

    El texto para mí presenta un modelo sencillo pero muy útil a la vez, porque combina una gran profundidad psicológica y con la acción práctica por lo que consigue conectar la teoría con la acción, mostrando que el cambio educativo o medioambiental, sostenible en el tiempo ocurre cuando la razón sabe qué hacer, la emoción quiere hacerlo y el entorno lo hace posible.
    En definitiva, lo que me transmite es que el cambio ocurre cuando la mente, el corazón y el entorno avanzan en la misma dirección.

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  3. Quintilia Méndez Guzmán

    Los CAMBIOS siempre nos dan miedo o angustia, y a veces miramos a otro lado para no ver lo está pasando, Como el refrán ojos que no ven, corazón que no siente. con el Cambio climático está sucediendo esto, es más fácil negarlo que afrontarlo. Es por esto que el jinete tiene que conocer el problema y hacerlo visible, cada uno de nosotros, desde nuestra familia, colegio, tenemos que motivar al elefante, con sencillos cambios que generen cada vez más, reducir el consumo de luz, de agua, recogida de residuos, reciclaje, y darle forma al camino, siendo un proyecto de familia, de centro, de comunidad que se automacen estas conductas desde muy pequeños para ir generando cambios pequeños que unidos pueden llegara a un cambio mayor

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  4. Alejandra

    Efectivamente, sería muy útil aplicar el modelo de jinete-elefante al impacto medioambiental en nuestro entorno educativo. Si tenemos una visión clara de lo que vamos a hacer y proponemos unas orientaciones que sean motivadoras y realistas a la vez, podremos conseguir algún beneficio por mínimo que sea. Si somos emocionalmente inteligentes en esta propuesta, nos facilitará el camino para motivar al elefante (relacionarlo con ejemplos en nuestra vida diaria, no solo profesional sino también personal, nos ayudará a promover el cambio). Pequeños cambios en el entorno, con técnicas de educación ambiental tan sencillas como distribuir contenedores que facilitan las distintas administraciones para el reciclaje diario, es barato y efectivo; no debemos proponer cambios a gran escala a menos a corto plazo. Paso a paso para ver el resultado positivo de estos cambios nos motivará a todos a continuar y conseguir nuestro objetivo.

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  5. Nuria del Valle Montero Moreno

    Afrontar el cambio contextualizándolo a nuestro centro educativo. Como jinete conocer el problema ,motivar y alentar al “elefante”para que avance en la dirección del cambio.

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